VIH, Un reto colectivo vigente

"La ignorancia es el verdadero virus" Magic Johnson

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) continúa siendo una emergencia de salud pública global. En 2023, más de 40 millones de personas vivían con el virus en el mundo, y se reportaron un millón de nuevas infecciones. A pesar de los avances científicos — particularmente con la terapia antirretroviral (TAR)— el VIH sigue cobrando más de 600 mil vidas al año, y la lucha por una vacuna eficaz aún no se ha ganado.

En México, se estima que entre 340 mil y 400 mil personas viven con VIH. Solo en 2023, se diagnosticaron aproximadamente 18,069 mil nuevos casos, de los cuales 87% corresponden a hombres, principalmente jóvenes entre 15 y 39 años, el grupo más afectado. Si bien la cobertura de TAR en América Latina ha alcanzado un 73%, en México apenas llega al 55%, y solo el 49% logra una carga viral indetectable.

Entre 2014 y 2024, se han notificado 171,273 casos en el país. En los últimos años, se registraron 18,196 casos en 2022, 18,069 en 2023 y 18,895 en 2024. En Guanajuato, durante el mismo periodo, se notificaron 4,291 hombres y 700 mujeres con VIH. Los casos aumentaron de 262 en 2014 a 747 en 2024, evidenciando un crecimiento sostenido.

La transmisión sexual es la vía predominante con 98.8% de los casos (165,892). Le siguen los usuarios de drogas inyectables con 0.7% (1,212), la transmisión vertical (de madre a hijo) con 0.5% (809) y, en menor medida, la transfusión o exposición ocupacional, con apenas 4 casos registrados.

Del total de casos notificados entre 2014 y 2024, 158,044 personas (92.28%) siguen vivas, 12,346 (7.21%) han fallecido y se desconoce el estado de 883 casos (0.52%). En los 18,985 casos reportados en 2024, el 51% fueron diagnosticados en estadio I (linfadenopatía generalizada persistente y asintomática), 14% en estadio II (pérdida de peso moderada, infecciones respiratorias, herpes zóster), 21% en estadio III (pérdida de peso grave, diarrea crónica, fiebre persistente, candidiasis oral) y 13% en estadio IV (síndrome de desgaste, neumonía por Pneumocystis, herpes grave).

La mortalidad por VIH en México disminuyó de 3.99 por cada 100 mil habitantes en 2014 a 3.71 en 2022, pero persisten enormes desigualdades entre entidades y poblaciones. El estigma y la discriminación siguen siendo barreras críticas: muchas personas temen hacerse la prueba o iniciar tratamiento por miedo a ser señaladas, lo que retrasa el diagnóstico y perpetúa la transmisión. Las poblaciones clave —hombres que tienen sexo con hombres (HSH), mujeres trans, trabajadoras sexuales y personas usuarias de drogas— presentan prevalencias hasta 60 veces mayores que el promedio nacional.

La búsqueda de una vacuna segura y eficaz cumple ya varias décadas. Desde los primeros ensayos en 1987 hasta los estudios recientes con tecnologías de ARN mensajero (ARNm) y nanopartículas, los resultados han sido limitados pero prometedores. México ha participado en ensayos clínicos fase III con vacunas basadas en inmunógenos mosaico y plataformas de ARNm. A pesar de los avances, no se ha logrado una protección significativa. Los mayores desafíos científicos incluyen la alta diversidad genética del virus, su elevada tasa de mutación, la dificultad para inducir anticuerpos neutralizantes de amplio espectro y la ausencia de correlatos inmunológicos claros de protección.

Frente a esta realidad, el rol de cada actor es crucial. El gobierno federal debe garantizar el acceso universal a TAR, diagnóstico y prevención, combatir el estigma legal y social, e invertir sostenidamente en investigación e innovación. Los profesionales de la salud deben actualizarse en diagnóstico oportuno, atención integral, pruebas voluntarias y consejería, además de fomentar entornos libres de prejuicio en la consulta. Por su parte, la ciudadanía debe ejercer su derecho a la información, prevención y diagnóstico, exigir políticas públicas incluyentes y rechazar activamente la discriminación.

Una de las herramientas más prometedoras es la profilaxis pre-exposición (PrEP), ya disponible en centros del IMSS y hospitales públicos, aunque su cobertura aún es limitada fuera de grandes ciudades. México cuenta con experiencia técnica y capacidad de investigación para participar activamente en estudios internacionales sobre vacunas. Este es un activo estratégico que debe reforzarse con mayor coordinación interinstitucional, redes comunitarias sólidas, y una legislación y financiamiento actualizados.

El VIH ya no representa una sentencia de muerte, pero sigue siendo un termómetro de la equidad, la ciencia y los derechos humanos en nuestro país. La vacuna llegará, sí. Pero mientras tanto, la prevención, el diagnóstico oportuno, la no discriminación y el acceso universal al tratamiento son tareas urgentes. Tareas que no corresponden solo al gobierno, ni solo a los médicos, sino a todos. Estoy convencido de que la lucha contra el VIH/SIDA es, sobre todo, un deber colectivo.

Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba 9 de agosto de 2025
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