Medicina del Estilo de Vida

"La Revolución de los Estilos de Vida y la Formación en Salud” Dr. Márquez Gamiño

La salud es un bien invaluable, pero nuestra relación con ella suele centrarse más en tratar enfermedades que en prevenirlas. Sin embargo, una iniciativa en Nueva York ha demostrado que cambiar esta narrativa no solo es posible, sino transformador. A través de un enfoque innovador centrado en los estilos de vida saludables, se ha marcado un hito en la medicina preventiva, con resultados tan significativos que el modelo está siendo adoptado a gran escala.

El Dr. Sergio Márquez Gamiño, responsable del cuerpo académico de Estudios del Sistema Nervioso de la Universidad de Guanajuato, ha sido un protagonista destacado en el Diplomado de Educación Terapéutica en Diabetes y en la innovadora Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y Salud. Hace unos días, me compartió con entusiasmo una publicación de la Clínica Mayo (https://bit.ly/4gxQQp1) que subraya la importancia de la “Medicina del Estilo de Vida” y reafirma la valiosa contribución de los egresados de nuestra máxima casa de estudios al sistema de salud mexicano.

El objetivo curricular de esta licenciatura (https://bit.ly/3OUKhkM) es formar profesionales que promuevan la actividad física con fines de preservación, mejoramiento y recuperación de la salud. A través de un enfoque integral, los estudiantes adquieren conocimientos en ciencias biológicas, exactas, sociales y humanas, desarrollando habilidades y valores que les permiten tomar decisiones individuales y multidisciplinarias. Los egresados pueden desempeñarse en cinco áreas principales: investigación, docencia, gestión y administración de la actividad física, entrenamiento deportivo y promoción de la salud.

En México y Estados Unidos, las enfermedades crónicas son la principal causa de muerte y discapacidad, representando el 85% de los costos en atención médica. Aunque factores como el envejecimiento poblacional y las condiciones sociales y ambientales contribuyen a este fenómeno, los estilos de vida desempeñan un papel clave. De hecho, el 80% de las muertes prematuras se deben a tres factores conductuales: el consumo de tabaco, una dieta inadecuada y la falta de actividad física.

Estudios han demostrado que adoptar un estilo de vida saludable tiene un impacto significativo. Aquellas personas que mantienen una dieta equilibrada, realizan ejercicio regularmente, conservan un peso adecuado y evitan el tabaco reducen hasta en un 78% el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, en comparación con quienes no adoptan estos hábitos.

La medicina del estilo de vida se presenta como una respuesta a esta crisis de salud. Este enfoque, respaldado por el Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida, utiliza cambios en el estilo de vida como modalidad principal para prevenir y tratar enfermedades crónicas. Se basa en seis pilares fundamentales: alimentación basada predominantemente en plantas, actividad física, manejo del estrés, sueño reparador, conexiones sociales positivas y evitar el consumo de sustancias nocivas.

El Dr. Márquez Gamiño compartió conmigo una historia inspiradora que ilustra el poder de esta medicina. En 2019, el sistema de salud pública de Nueva York lanzó un programa piloto en el Hospital Bellevue. Conocido como “Medicina del Estilo de Vida Basada en Evidencias”, este programa se enfocó en abordar enfermedades crónicas desde sus raíces, integrando cambios en dieta, actividad física y manejo del estrés.

El programa se diseñó de forma práctica y educativa, incluyendo consultas individuales, clases grupales y recursos como guías alimenticias y cupones para alimentos frescos. La meta era empoderar a los pacientes para que adoptaran hábitos saludables. Los resultados fueron contundentes: en un año, los participantes mostraron mejoras significativas en peso, presión arterial y niveles de azúcar en sangre. Además, el 98% de los pacientes calificaron la experiencia como clara y útil, mientras que la demanda del programa superó todas las expectativas, acumulando una lista de espera de más de 850 personas.

Este éxito motivó la expansión del programa a otros seis sitios en Nueva York, convirtiéndolo en la iniciativa más grande de medicina del estilo de vida en los Estados Unidos. La clave de este logro fue un enfoque que no solo atendía la salud física, sino también los determinantes sociales que influyen en ella, como la inseguridad alimentaria y el acceso al transporte.

Como médico y legislador, veo en este modelo una gran oportunidad para México. Nuestro país enfrenta retos similares: altas tasas de enfermedades crónicas, inequidades en el acceso a la salud y un sistema constantemente presionado. Sin embargo, también contamos con fortalezas únicas: comunidades resilientes, una rica diversidad cultural y un creciente interés por la salud preventiva.

Imaginemos un sistema de salud en el que cada consulta médica sea una oportunidad para hablar de prevención, donde los hospitales ofrezcan alimentos saludables y donde las escuelas capaciten a profesionales de la salud para ser embajadores de estilos de vida saludables. Esto no es un sueño; es un objetivo alcanzable si actuamos juntos.

Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba 14 de diciembre de 2024
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