Enero y Febrero: Desviejadero

"Cuando veas las banderitas ondear, lleva a tus abuelitos a vacunar" Dra. Elvia Rodríguez

Estimados lectores, el refrán mexicano que intitula esta columna debe evocarnos una realidad cruda y persistente: los meses invernales representan un período de mayor vulnerabilidad para la población adulta mayor, donde las enfermedades respiratorias y otras complicaciones asociadas al frío cobran un alto tributo en vidas. Mi mensaje hoy es que se trata de un fenómeno que no es inevitable, sino prevenible en gran medida mediante intervenciones como la vacunación.

Guanajuato tiene una demografía en transición hacia el envejecimiento adquiriendo una relevancia especial, para la temporada invernal que se avecina, la población adulta mayor (de 60 años o más) se estima en 850,000 personas, representando alrededor del 13% de la población total del estado según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), subrayando la urgencia de acciones preventivas para salvaguardar la salud de este grupo demográfico.

Históricamente, las muertes de adultos mayores en enero y febrero en Guanajuato y México han estado ligadas a causas evitables, exacerbadas por el clima frío que favorece la propagación de virus y bacterias respiratorias que producen enfermedades prevenibles por vacunas. Por ejemplo, durante las temporadas invernales de años recientes, se han registrado incrementos del 20-30% en hospitalizaciones y mortalidad por afecciones respiratorias entre personas de 60 años o más.

Estas muertes no solo reflejan la fragilidad inmunológica asociada al envejecimiento, sino también brechas en la cobertura vacunal, que en México ronda el 60-70% para esquemas recomendados en adultos mayores, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel global, la vacunación podría prevenir hasta el 50% de estas muertes en poblaciones vulnerables, un potencial que en Guanajuato podría salvar cientos de vidas cada invierno si se fortalece la adherencia a los programas públicos o privados de inmunización.

Les comento ahora tres enfermedades que producen desviejadero: 1) La influenza, es una infección viral aguda que afecta las vías respiratorias y puede complicarse con neumonía, exacerbación de enfermedades crónicas como diabetes o cardiopatías, causando en el país entre 5,000 y 15,000 decesos anuales, con picos en enero y febrero. Hay una vacuna estacional contra la influenza, disponible gratuitamente en el sector público a partir de octubre. Se recomienda anualmente para todas las personas de 60 años o más, independientemente de su estado de salud. Su eficacia varía entre el 40% y 60% en la prevención de la enfermedad sintomática, pero alcanza hasta el 70-90% en la reducción de hospitalizaciones y muertes. En el sector privado están disponibles todo el año y hay opciones para mayores de 65 años, con eficacia similar o ligeramente superior. Los riesgos son mínimos: reacciones locales como dolor en el sitio de inyección o fiebre leve en menos del 10% de los casos; eventos graves como el síndrome de Guillain-Barré ocurren en 1-2 por millón de dosis.

2) La neumonía neumocócica, provocada por la bacteria Streptococcus pneumoniae, es una infección pulmonar que puede derivar en sepsis o meningitis, con tasas de mortalidad del 20- 30% en adultos mayores. En invierno, el frío y la influenza actúan como cofactores que incrementan su incidencia. Las vacunas disponibles (aplicación con refuerzo cada cinco años) se incluyen la PCV13 y la PPSV23, ambas accesibles en el sector público. La indicación es una dosis única o secuencial (PCV13 seguida de PPSV23 un año después). Su eficacia es del 75% contra enfermedades invasivas y del 45-65% contra neumonía no invasiva. Las hay también en el sector privado. Los riesgos son bajos: reacciones locales en el 30-50% de los receptores, y eventos sistémicos raros como fiebre o fatiga.

3) La COVID-19, es una enfermedad respiratoria con letalidad superior al 10% en adultos mayores no vacunados durante olas invernales. Las vacunas actualizadas como PfizerBioNTech o Moderna, que estará disponible gratuitamente en la Secretaria de Salud esta temporada, debe tener refuerzos bianuales. Se indican para todos los mayores de 60 años, priorizando aquellos con factores de riesgo. Su eficacia contra enfermedad grave es del 80- 95%, aunque disminuye con variantes (o con vacunas no actualizadas); los refuerzos restauran la protección. Opciones privadas incluyen las mismas marcas. Los riesgos incluyen efectos leves como dolor muscular (60-70% de casos) y raros como miocarditis (10 por millón de dosis en adultos mayores).

Termino sensibilizándolos que el desviejadero no es un destino inexorable, que como familias debemos evitarlo llevando a vacunar a nuestros parientes adultos mayores, sin pretexto, y a partir de ya. Además estar al pendiente si presentan síntomas invernales como tos persistente o fiebre para llevarlos al médico. Aseguremosles por último, entornos bien ventilados, cálidos, hidratación adecuada, nutrición que incluya prebióticos y probióticos (ajo, cebolla, plátano, yogurt, tepache y pulque). En este 2025, transformemos el refrán en un recordatorio de vida, no de pérdida.

Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba 27 de septiembre de 2025
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